El Panteón Yoruba: Elegua
Elegua es el dueño de los caminos y el destino, es el que abre o cierra el camino a la felicidad; es muy travieso y su nombre significa "el mensajero príncipe." En la santería sincretiza con el Santo Niño de Atocha o con san Antonio de Padua. Su celebración es el 6 de Enero y el 13 de Junio. Elegua es el portero de todos los caminos, del monte y la sabana, es el primero de los cuatro guerreros junto a Ogun, Osoosi, Ozun y Orunmila. Es un Osha.
Es la primera protección de un individuo que siempre está para salvarle, su guía. Representa la vista que sigue un sendero. En la naturaleza está simbolizado por las rocas. El mensajero de Olofin. Vino a la tierra acompañando a Obatalá. Es un Orisha adivino. Es el que abre y cierra los caminos.
Vive generalmente detrás de la puerta. Siempre hay que contar con él para hacer cualquier cosa. Es portero del monte y de la sabana. Eleguá es una otá que representa la naturaleza del individuo que lo recibe, no se carga generalmente. Es un Osha que se consagra en la cabeza del iniciado. Hay que aclarar que Elegua es conocido como "el de los 201 y los 401" pues se mueve entre los ángeles que están a la derecha (los 401) y los que están a la izquierda (los 201). Tiene el poder sobre ambos lados, controla los reinos del mal y del bien, él crea el balance entre las dos fuerzas, a la vez que tiene dominio sobre ellas.
Eleggua es una deidad muy dada a hacer trampas, y a la vez es quien comanda los ejércitos. Puede decirse que el favorito del Dios superior de su panteón.
Elegua es la protección primera, ya que es él quien abre los caminos para continuar en la religión. Los no iniciados o aleyos deben recibirlo o consagrarlo como primero. Se convierte en un guerrero temible y feroz cuando se une a Oggún y Oshosi, nada lo detiene. En la naturaleza está simbolizado por las rocas. Eleguá vino al plano terrenal acompañando al Osha Obbatalá. Es considerado el mensajero fundamental de Olofin.
Vive en la mayoría de los casos detrás de la puerta, cuidando el ilé de quien lo posee. Dueño absoluto de los caminos y el destino, es quien cierra o abre el camino astral para la felicidad o infelicidad de los seres humanos. Siempre se debe contar con él para realizar cualquier cosa. Es el portero de la sabana y el monte.
El signo principal del Olosha está determinado por su conversación y la del ángel de la guarda. También es el intérprete principal de las letras del sistema del oráculo del diloggún y juega un rol fundamental en los subsistemas del oráculo de Biangue o Aditoto. Es entregado por Babaloshas e Iyaloshas. Ha sido el único que ha ido y regresado del mundo de Ará Onú. Ganó suficientes privilegios de parte deOlofin, Obbatala y Orunmila para ser el primero en ser atendido. Su mano de caracoles es la mayor, ya que consta de 21, estos son también el número de sus caminos. Le pertenece por excelencia junto a Obbatala el oráculo del coco (Obí).
Su número es el 3, sus colores el rojo y el negro. El lunes y los días 3 de cada mes son sus días. Eleguá se asienta en una otá (piedra), otá conchífera, de arrecife, otá con carga, caracol cobo con carga, un coco seco o de masa con carga.
Se coloca en una vasija plana, sus atributos son los cascabeles, un garabato (bastón) de guayaba, una trampa de ratón, monedas, juguetes de niño como las bolitas, pitos, matracas, sombrero de guano o paja, una maraca pintada con sus colores.
Sus elekes (collares) son de cuentas rojas y negras alternadas.
A Eleguá se le inmolan chivos, gallos o pollos, pollitos, jutías, ratones negros o rojos. Su tabú son las palomas, pues lo debilitan, excepto a algunos caminos particulares donde si las admiten. Cuando baja Elegua, este correrá y se pondrá tras la puerta. Entonces dará brincos y se contorsionará, haciendo muecas infantiles y jugando como los niños.
Algunos de sus movimientos pueden ser muy eróticos. Le hará bromas a la audiencia y podrá desaparecer de la vista para aparecer en el momento menos esperado. Un paso característico es pararse en un pie y dar vueltas rápidamente. Siempre se le dará un garabato, lo utilizará para hacer mímica de abrir un camino a través de una tupida vegetación. Los otros danzantes imitarán sus movimientos, individualmente o en grupos en contra de las manecillas del reloj.
Los hijos de Elegguá son inteligentes y hábiles, pero poco escrupulosos. Son habladores y pueden vender hasta lo imposible si se les deja hablar. Son mujeriegos y poco caseros, les gusta la calle. Se inclinan a la corrupción, el timo, la estafa y las intrigas políticas, lo que les garantiza el éxito en la vida.