Maithuna, ritual tántrico de unión sexual
El Tantra es una profunda y antigua filosofía espiritual y esotérica originada en la India, cuyos alcances han llegado a Occidente hace poco más de un siglo. Su propuesta de relación del individuo consigo mismo, con sus semejantes y con el universo que lo rodea, implica una amplia disposición al autoconocimiento y la entrega a lo más verdadero de su ser. A diferencia de otras disciplinas espirituales que promueven la separación entre cuerpo y espíritu y ponen el foco en el aspecto inmaterial de la experiencia humana, el Tantra favorece el contacto y conexión profunda con el cuerpo como centro de la vivencia espiritual y receptor de la magnificencia del macrocosmos en la experiencia individual y de pareja.
La sexualidad es la energía de la vida (tanto que un nuevo ser puede generarse a partir del encuentro entre dos células sexuales) y el encuentro erótico entre dos personas es el espacio por excelencia de manifestación del amor, la conexión con lo esencial y espiritual de la existencia.
El maithuna tántrico es la antigua ceremonia donde los yoguis tántricos se unían sexualmente para reproducir la danza cósmica de lo femenino y lo masculino sagrados representados en la tradición tántrica a través de las figuras de Siva y Shakti, la esencia masculina y femenina del Espíritu Uno. La ceremonia del Maithuna tántrico era tradicionalmente una ceremonia grupal donde la energía del grupo se sumaba y apoyaba a las diferentes parejas participantes. Desde la mentalidad morbosa occidental esto nos puede parecer inimaginable. Nada más lejos de todo lo que la mente pueda fabricar con su imaginación. La ceremonia del Maithuna supone una profunda sanación de nuestra relación con el sexo opuesto, con la sexualidad y con nosotros mismos.
El Tantra no pretende reproducir nuestro desequilibrio inconsciente, sino sanarlo. No se trata de orgías, sexo en grupo o ceremonias de desenfreno egoico. Todo lo contrarío, el Tantra lo que pretende es llevar luz a la oscuridad, conciencia a la sombra oculta que nos domina desde las profundidades de la mente inconsciente. Y que mayor sombra en la humanidad que todo lo relacionado con la sexualidad y la relación femenino-masculina. La ceremonia del Maithuna tántrico exige un gran trabajo de sanación previo, de limpieza de nuestro cuerpo energético, de nuestro cuerpo emocional y mental. Por eso no puede realizarse en un corto periodo de tiempo.
Exige disponer de días de depuración a través de prácticas de yoga tántrico, de respiración, de dinámicas de desbloqueo y de recapitulación de nuestras emociones y nuestro pasado. De trabajo en la naturaleza que nos permite recargarnos y reequilibrar nuestros lados femenino y masculino con la energía de la Madre Tierra y los elementales, de control de la alimentación que permite liberar el cuerpo físico de todo el exceso e intoxicación acumulados. Todo este trabajo previo es imprescindible para poder llegar a un estado de entrega, de silencio y de apertura del corazón donde se produzca la experiencia del reconocimiento de nuestra propia divinidad y de unión a lo que nos rodea.
Antiguamente las ceremonias de Maithuna iban precedidas de largos periodos de ayuno, de abstinencia sexual y de todo tipo de limpiezas yóguicas. El camino del Tantra, como todos los caminos espirituales, era un camino lento que implicaba toda una vida de trabajo. Pero eran otros tiempos y otra energía. En la antigüedad prácticamente no se consideraba la posibilidad de la iluminación en la propia vida, cosa que se postergaba comúnmente para posteriores encarnaciones. De alguna manera, la mayoría de las tradiciones espirituales orientales quedaron atadas a la idea de la rueda del samsara o rueda de las reencarnaciones y al concepto de liberación a través de la muerte física.
Pasos a seguir para una realización correcta del maithuna
1. Prepara el espacio donde harás este ritual y puedas estar allí varias horas sin interrupciones. Puede ser tu habitación o algún lugar especial de tu casa. Pon luz suave, roja, violeta o ámbar. Usa incienso de sándalo, almizcle o pachulí que son los más apropiados para las energías masculinas y femeninas. Coloca velas rojas y un jarrón con rosas.
2. Preparen sus cuerpos, tomando un baño cliente juntos y a continuación dejen correr agua fría sobre el cuerpo. Esto activará la energía, haciendo que las chispas salten cuando se acerquen el uno al otro.
3. Trata a tu pareja como la encarnación de la esencia divina femenina (Shakti) y masculina (Shiva). Para lograr esto, debes dejar atrás el ego y olvidar cualquier conflicto mundano que haya en su relación.
4. Transfiere energía tántrica a tu pareja. Primero él proyecta su energía sobre ella, y luego ella proyecta su energía sobre él. Para hacerlo, siéntense en una postura cómoda, desnudos y tocándose las rodillas. Se visualiza un círculo dorado del tamaño del dedo pulgar e índice juntos, y se van tocando las siguientes partes del cuerpo con este círculo de energía: tercer ojo (punto medio entre ambas cejas), lóbulo de la oreja derecha, lóbulo de la oreja izquierda, pezón izquierdo, pezón derecho, ombligo y clítoris (o pene). Cuando ambos hayan transferido energía al otro, acuéstense juntos sintiendo cómo la energía los conecta.
5. Déjense llevar por los juegos preliminares, tocando y estimulando el cuerpo del otro con deleite y placer, por espacio de 30 minutos o una hora. El punto aquí es dejar que la energía sexual se despierte y desarrolle, pero sin llegar al orgasmo. Utilicen la respiración abdominal y profunda para expandir la energía por todo el cuerpo, pueden visualizar cómo esa energía sube desde la zona genital hacia arriba, hacia el corazón y la cabeza hasta llegar a la coronilla.
6. Empezar la unión sagrada. Siéntense frente a frente, desnudos y sosteniendo sus manos. Cierren los ojos y comiencen a susurrar “hummm” o “ahhhh”, expirando con placer, por 10 minutos. Sincronicen su respiración, de manera que lo hagan al unísono y comiencen a sentir que sus energías se van integrando. Después de esta respiración y estando sentados, él introducirá suave y profundamente su pene dentro de ella, y ella contraerá sus músculos pélvicos suave y rítmicamente para recibirlo. Realicen un ritmo de sacudidas muy lento y continúen así hasta que estén muy cerca del orgasmo.
7. Con la energía sexual ya activada, realicen a continuación el beso tántrico (también llamado beso psicosexual). Inhalen por la boca y unan sus frentes durante unos minutos manteniendo la unión sexual desde la postura sentados sintiendo cómo se están conectando y uniendo en el plano físico y también en otros niveles sutiles de energía. Se sugiere contraer el ano unas tres veces mientras se retiene el aire para subir la energía sexual. Luego exhalar, entonando “eh-ah-oh” mientras desciende la energía. Repetir otra vez.
Estarán realizando juntos una meditación. Al tocarse las frentes se sincronizan también las ondas cerebrales. Después de unos minutos así, abrácense, para sincronizan sus corazones y sentirlos latiendo al unísono. El beso tántrico neutraliza las polaridades femenina y masculina, para hacer posible la fusión con la Energía Universal Primordial.
8. Después que estén armonizados a niveles sutiles, el paso final es el Maithuna Tantra. Adopten la posición de tijeras, donde la mujer está acostada de espaldas y el hombre recostado de lado a la derecha de ella. La pierna derecha de ella sobre la cadera del hombre. A continuación el hombre introduce su pene en la vagina, y a partir de entonces no hay más movimientos de penetración, sino sólo meditación.
Para ello, los dos visualizan una esfera de luz alrededor de ambos genitales. Comienzan a respirar de manera alternada, es decir, cuando uno inhala el otro exhala, y viceversa. Cuando exhala, él imagina que empuja la energía desde su centro sexual genitales hacia arriba en el cuerpo de ella, hasta llegar a la corona de la cabeza. Ella, al mismo tiempo, inhala y visualiza que está halando la energía sexual hacia arriba, hasta llegar a la coronilla.
Luego, el movimiento se revierte, entonces él inhala e imagina que la energía que está en la coronilla de ella baja y regresa al centro sexual de él y luego sube hasta la corona de su cabeza. A la vez que él inhala la energía sexual, ella exhala imaginando que la energía sexual baja de su cabeza, hasta su centro sexual para luego pasar al centro sexual de él, y luego subir a su cabeza.
Muevan la energía de esta forma durante unos 10 minutos. Luego simplemente se detiene la visualización y se conectan con lo que sus cuerpos están sintiendo y experimentando, mientras siguen respirando. Pueden permanecer en este estado meditativo unos 30 minutos o menos. La energía estará fluyendo más libremente entre los dos y se habrá creado un campo electromagnético más allá de la suma de los dos. Podrían experimentar estados de consciencia más trascendentes de unión con todo y mucha conexión e intimidad con la pareja.
Como toda práctica energética aplicada a la sexualidad, sus efectos son progresivos y no hay que forzar nada. Tan sólo ubicarse en el presente, estar para la pareja, disfrutar y entregarse a lo que suceda en ese momento con apertura y confianza. No hay metas que lograr sino sólo estar y ser en ese momento de total plenitud física, mental, emocional y espiritual.