La religión hindú 2ª parte
El hinduismo defiende que el concepto de reencarnación, nace como una manera de explicarse las diferencias notorias entre la vida de las personas, que aparentemente no serían justas sin alguna causa que les diera sentido; por ejemplo el hecho de aquellos que viven sanos y exitosos en el ámbito personal y material o económico, con respecto a otros que son pobres o sufren de terribles enfermedades.
Es así, como con la introducción de la idea de la reencarnación, se establece que las condiciones de la vida actual de un individuo, es el resultado o el efecto de lo realizado en una vida anterior. Por ende, si la persona vivió una vida impropia, la malgastó, hizo daño, vivirá una nueva vida en la cual sufrirá diversas desgracias.
En otras palabras, estaría pagando sus culpas, correspondientes a su vida pasada. De manera contraria, quien vivió una vida en la cual practicó virtudes y se ajusto a valores morales, volverá a vivir en un ambiente pleno y sin mayores sobresaltos.
Karma es la ley universal según la cual toda acción es el efecto de una causa y es a su vez la causa de un efecto. Dependiendo de las acciones buenas o malas, el alma se reencarna en una existencia superior, intermedia o inferior. Esto incluye desde estados de existencia celestiales a infernales, siendo la vida humana un estado intermedio.
Este incesante proceso recibe el nombre de samsāra (‘vagabundeo’). Cada alma viaja por esta rueda, que abarca desde los semidioses (devas) hasta los insectos. El sentido de la trayectoria de un alma dentro de este universo lo marca el contenido o sentido de sus actos. Según el hinduismo popular moderno, el estado en el que renace el alma está determinado por sus buenas o malas acciones (karma) realizadas en anteriores encarnaciones.
En el pensamiento religioso hindú, la creencia en la trasmigración aparece por primera vez en forma doctrinal en la recopilación religiosa india de las Upanishad, una parte de los Vedás, base religiosa del hinduismo que tiene más de 2000 años. Las Upanishad fueron compuestas entre el 800 y el 400 a. C.
La liberación de la reencarnación en el hinduismo o liberación del samsāra, se consigue después de haber expiado o superado el peso de su karma, es decir, todas las consecuencias procedentes tanto de sus buenos como de sus malos actos.
Este proceso es continuo hasta que el alma indivual, Atman, está completamente evolucionada y se identifica o alcanza a Brahman, el creador del mundo, en donde es salvado de la desgracia de la necesidad de más renacimientos. Esta identificación sucede mediante prácticas yóguicas y/o ascéticas.
Luego de su última muerte sale del universo material y se funde en la Luz Divina (la refulgencia que emana del Brahman), con la creencia de que el alma individual (atman), y el alma universal (Brahman) son idénticas.