La religión hindú
La reencarnación es el término que se refiere a volver a nacer en un nuevo cuerpo. En otras palabras, es el proceso que ocurre luego de la muerte, en cual el alma espiritual de la persona, abandona su cuerpo y se encarna en otro nuevo, naciendo nuevamente. O sea, las almas, mediante este proceso, regresan a la vida mortal de manera cíclica.
Por ende, por medio de la reencarnación, el alma de una persona, vuelve a la vida terrenal, en el cuerpo de otro sujeto distinto al primero, por medio de su nacimiento. La creencia en la reencarnación ha estado presente en toda la humanidad desde la antigüedad, en las religiones egipcia, griega, hinduista, budista y romana.
Está presente en la mayoría de religiones orientales, como hinduismo, budismo y taoísmo, y también en las religiones no «adulteradas» africanas y tribales de América y Oceanía. En la historia de la humanidad, la creencia de que una persona fallecida volverá a vivir o aparecer con otro cuerpo (con una personalidad generalmente más evolucionada) ha sobrevivido incluso dentro de las religiones judeocristianas (cristianismo, judaísmo e islam). Son prácticamente las únicas que no la contemplan, pero han permanecido bajo la forma de diversas herejías y posturas no oficiales.
La religión hindú pretende que los creyentes se liberen de las ataduras terrenales a fin de que les sea posible apreciar los valores supremos: la Bondad, la Verdad y lo Eterno.
La palabra "hindú", que hace referencia al río Indo, es un término de origen moderno que sólo empezó a utilizarse hacia 1800 como referencia a una tradición religiosa desarrollada durante varios miles de años y entrelazada con la historia y el sistema social de la India. El hinduismo, una de las grandes religiones de la historia de la humanidad y una de las que han pervivido, procede de una tradición antiquísima, milenaria. Su misticismo constituye todavía hoy una llamada al espíritu. Las creencias hindúes se basan en:
Samsara: Proceso de nacimiento y renacimiento que se repite vida tras vida en las sucesivas reencarnaciones. Supone un ciclo de vida ininterrumpido: nacimiento-muerte-renacimiento.
Brahma: El objetivo principal de las reencarnaciones es conseguir la purificación a lo largo de las sucesivas vidas. La purificación permite al hombre liberarse del ciclo y formar parte de la realidad última eterna: el Brahma, que a su vez es el origen de toda la creación.
Karma: Cuando muere una persona, su alma renace en otro cuerpo, sea éste humano o animal. La forma y condición particular, placentera o no, de renacimiento es el resultado del karma, ley por la cual las consecuencias de las acciones dentro de una vida se tienen en cuenta para la siguiente, e influyen en el carácter de quien ha sido reencarnado.
Moksha: El proceso de reencarnación finaliza cuando el hindú alcanza la meta espiritual última, el moksha, que es la liberación definitiva del ciclo samsara, la liberación de todas las ataduras terrenales y el retorno al descanso eterno de la divinidad.
El hinduismo tradicional afirma que deben alcanzarse cuatro objetivos en la vida:
Dharma: el cumplimiento de los deberes impuestos a cada uno en función de su situación en la vida; se consigue a través de la amabilidad, la verdad, la ayuda a los vecinos, el amor a la humanidad y el sacrificio por el pueblo.
Artha: la consecución de la prosperidad material y la búsqueda de la legitimación del éxito.
Kama: el disfrute del placer legítimo.
Moksha: liberación definitiva de las ataduras de este mundo.
El hinduismo sostiene la existencia de la reencarnación y ofrece un camino para que el alma pueda avanzar a lo largo de las sucesivas encarnaciones. Así los senderos mayores son los denominados "marga":
jnana-marga: el sendero del conocimiento o interior
karma-marga: el sendero de la acción o de los trabajos apropiados
batí-marga: el sendero de la devoción a Dios