Las Iniciaciones de los Druidas
Aunque son muy escasas las noticias que existen respecto a sus ceremonias secretas, es sabido, sin embargo, que tenían un altar triangular, la espada de Belino (Belén dios del sol), y un cofre místico. Al establecerse los romanos en las Galias y en Bretaña, César se ensaño con los Druidas y Claudio los acabo de anonadar persiguiéndoles con encarnizamiento.
La religión y misterios Druídicos, fueron importados a Europa por los Kimris o los Cimbres que habitaban en la Crimea y que, en el año 600 a.C. invadieron la región septentrional y occidental.
Paulatinamente se fueron estableciendo en el extenso territorio que se encuentra entre la Escandinavia y las cadenas montañosas de los Alpes y los Pirineos. Los jefes de éstos se llamaban DROTES en la Escandinavia y DRUIDAS en las Galias, y se dividían en tres clases: los Vates, los Bardos y los Eubages. Los Vates eran los depositarios de los dogmas secretos de la religión y de la filosofía, y llenaban las funciones de sacerdotes y de jueces; sin ellos no se podían hacer sacrificios a los Dioses, ni justicia a los hombres.
Los Bardos eran poetas que componían himnos y cantaban en las ceremonias del culto los hechos heroicos de la nación y los de sus grandes hombres.
Los Eubages eran los augures o adivinos; descubrían el porvenir en las entrañas de las víctimas sacrificadas, tenían a su cargo el gobierno civil y la agricultura, y además arreglaban los calendarios. Los Druidas no tenían templos, pues miraban al Universo como el único templo digno de la gloria de dios y de la admiración del hombre. A la muerte del gran sacerdote, elegían de entre ellos por pluralidad de votos el que debía sucederle.
Esto guarda relación con la costumbre que se tiene en las logias actuales respecto a lo que sucede cuando falta el Venerable. Retirados en la espesura de los bosques realizaban sus asambleas a campo raso; ahí ofrecían sus sacrificios y hacían sus ceremonias religiosas alrededor de una columna de piedra o de árbol grande, escogiendo con preferencia para ello las encinas a las cuales tenían una veneración especial; no se presentaban ante el pueblo a menos que tuvieran algún negocio público que hiciera indispensable su presencia.
Reconocían también otros dioses subalternos dependientes del Supremo Hacedor; creían en la inmortalidad del alma y en la Metempsícosis, pero el principal objeto de sus cultos era la naturaleza. Al igualque en Egipto, comunicaban la instrucción sagrada por medio de la iniciación a todos aquellos sujetos que les parecían aptos y dignos de recibirla. Para adquirir la suma de conocimientos preparatorios que exigían de sus discípulos, se necesitaban cuando menos 20 años de profundo y continuo estudio; ningún libro, ninguna tradición escrita ayudaba a su memoria, porque no querían exponerse a que por azar, o por cualquier situación imprevista, un ojo profano pudiese penetrar el secreto de sus misterios.
Después de pruebas y exámenes muy rigurosos, concedían la iniciación a sus educandos. Desde el momento en que esto tenia lugar, los neófitos pasaban a ser los iguales de sus maestros y al igual que aquellos eran objeto de mayor veneración entre el pueblo. Los bosques de DREUX eran c onsiderados como la residencia y foco principal de la iniciación y en la Gran Bretaña tenían establecido su colegio supremo en la isla de Man, que en aquel tiempo se conocía con el nombre de Mona.
Aunque son muy escasas las noticias que existen respecto a sus ceremonias secretas, es sabido, sin embargo, que tenían un altar triangular, la espada de Belino (Belén dios del sol), y un cofre místico. Al establecerse los romanos en las Galias y en Bretaña, César se ensañó con los Druidas y Claudio los acabó de anonadar persiguiéndoles con encarnizamiento, pero, en el siglo IV, aún se encontraban vestigios que atestiguaban su existencia, conservándose en todo su vigor en la Germania y en Escandinavia, a donde se habían refugiado todos los que pudieron escapar al exterminio general, así es que en el siglo XII vivían aún ahí en estado floreciente.
Para esas fechas los encontramos mezclados ya con otros ritos y esa es la razón por la que habían perdido su antigua pureza. Estos ritos habían sido importados de Oriente por los moradores de la tribu de los Así (asiáticos). En el siglo pasado se encontró el EDDA, libro sagrado de los Escandinavos, que contiene detalles relativos a la s iniciaciones de aquellos pueblos. A continuación me permito hacer un extracto de lo que nos comentó el hermano Clavel al respecto en su libro «La Historia Secreta de la Francmasonería»:
«EL EDDA» principia con un canto que tiene por titulo «LOS PRESAGIOS DE HAR», y que sin duda contiene una descripción de las ceremonias acostumbradas para la recepción del profano. El postulante se llama GILFE, es decir, lobo o iniciado.
Viene a instruirse en las ciencias que poseen los Así, y que encubren éstos con el mayor misterio. Los Así fascinan su vista con aparentes prodigios, él ve un palacio cuyo techo elevado hasta perderse de vista, está cubierto de escudos dorados. A la entrada de este palacio, encuentra a un hombre que se ejercita en tirar al aire siete floretes a la vez.
Se reconoce en todo esto un emblema común a todas las iniciaciones: el palacio es el mundo; el techo es el cielo; los escudos dorados, las estrellas del firmamento, y los siete floretes, los siete planetas que circundan el espacio formando el sistema al que pertenecemos (no hay que olvidar que en ese tiempo solo se conocían siete cuerpos celestes.) Se pregunta al candidato, cual es su nombre y él contesta que se llama Gangler, es decir, el que da una vuelta y distribuye en el camino los objetos necesarios a los hombres. Vemos ya al candidato, representar el papel del Sol.
Este sabe que el palacio en que se encuentra pertenece al Rey, titulo que los antiguos mistagogos daban al jefe del sistema planetario. Descubre enseguida tres tronos elevados, uno encima de otro. Se le dice que el personaje que está sentado en el trono inferior es el rey y se llama HAR (sublime); Que el segundo es FAFUHAR (igual a lo sublime), y que el más elevado se llama TREDIE (el número 3). Todos estos personajes son los mismos que el neófito veía en la iniciación eleusiana: el hierofante, el daudoque y el epibamo, que son también los mismos que se ven en la masonería simbólica o azul: El Venerable y los dos Vigilantes, imágenes simbólicas del sol, la luna y del Gran arquitecto del Universo.
Entre las instrucciones que se dan al neófito, se le enseña que el primero o más antiguo de los dioses se llama ALFADER (Padre de todos, es el Tentat de los galos.). Se le dice que este dios tiene doce nombres, lo que se refiere a los doce atributos del sol y a los doce grandes dioses de los Egipcios y de los Romanos.
Se completa su instrucción, con la exposición de la Teogonía y la Cosmogonía de los Escandinavos. En el número de dioses de esta Mitología, se encuentra particularmente Balder el Bueno, que murió a los golpes del espíritu del mal. Es verosímil que éste mito funerario, se pusiese en acción en el ceremonial de la iniciación escandinava, según el uso invariable de todos los misterios antiguos y modernos.
Una circunstancia que no debe olvidarse, es que en el EDDA se encuentra una alegoría que tiene especial relación con la leyenda Masónica. Se lee en efecto, en el canto 21: GANGLER pregunta: ¿de dónde viene el caballo SLEIPNER de que me habláis? HAR contesta: un día cierto arquitecto, se presentó ofreciéndose a los dioses, para edificarles, en el espacio de dos estaciones, una ciudad muy bien fortificada, para que en ella, sin temor alguno, estuviese perfectamente al abrigo de las incursiones de toda clase de gigantes, aún cuando hubiesen llegado a penetrar en el recinto de MIDGAR (morada del centro).
Pero en recompensa, les pidió el arquitecto la diosa FREYA (la Venus escandinava, la naturaleza) y a más el sol y la luna. Después de una alargada deliberación,los dioses se convinieron con él a condición de que concluyera toda la obra, sin ayuda de persona alguna, en el espacio de un solo invierno, y que si para el primer día del estío, quedase algo por hacer, perdería su recompensa.
Oyendo esto el arquitecto, pidió la autorización para servirse de su caballo, y los dioses a propuesta de LOKE (el mal principio) accedieron a su demanda. Este trato fue confirmado con muchos juramentos y deposición de muchos testigos, pues sin esta precaución, un gigante nunca hubiera podido creerse seguro entre los dioses, sobre todo, si THOR estuviese de vuelta de los viajes que había emprendido hacia oriente para vencer a los gigantes.
Desde el primer día, el obrero hizo que su caballo condujese, de noche, piedras de magnitud y peso extraordinarios, y veían los dioses con sorpresa, que este animal trabajaba mucho más que su mismo amo. Sin embargo, el invierno se acercaba y como el arquitecto estuviese próximo a acabar su obra, la construcción de aquella ciudad tocaba también a su perfección y por último cuando ya no quedaban sino tres días, la obra quedo terminada, a excepción de las puertas que aún no habían sido colocadas. Los dioses entonces se reunieron en consejo y se preguntaron unos a otros quien de ellos fue capaz de proponer que se casara FREYA, en el país de los gigantes y dejar el cielo y los espacios en Tinieblas, permitiendo que se llevasen al sol y a la luna, convinieron todos en que LOKE era el autor de tan mal consejo y que era preciso hacerle sufrir una muerte cruel, a no encontrarse algún medio que dejase frustrada la recompensa prometida al obrero. En el momento se apoderaron de LOKE, y éste asustado, prometió conjuramente, que haría cuanto quisiesen, costase lo que costase. En la misma noche, el arquitecto, como de costumbre hacia llevar pie dra a su caballo; cuando de repente salió del bosque inmediato un jumento que llamaba al caballo con sus rebuznos.
No bien acabó de percibirlos el caballo, cuando entrando en furor, rompió las bridas y echo a correr tras el jumento; el obrero quiso correr igualmente tras de su caballo y no habiendo podido encontrarle en toda la noche, la obra quedo diferida hasta el día siguiente. Convencido, sin embargo, el arquitecto de que no había otro medio de concluir la tarea, tomó su forma natural, y viendo claramente los dioses que era, en efecto, un gigante con quien habían hecho el trato, no hicieron caso alguno de sus juramentos y llamaron al dios THOR, quien acudió al instante y pagó al obrero su salario, dándole un golpe con la maza en la cabeza, dejándole hecho pedazos y precipitándole luego en el NIFTHEIM (infierno). Poco después volvió LOKE, refiriendo que el caballo del arquitecto había producido un pollo que tenía 8 patas. En el canto 12 se lee además que Balder poseía un palacio, donde se encontraban columnas sobre las cuales se hallaban grabados RUNES (signos característicos de la escritura escandinava) propios para evocar a los muertos.
Por lo demás, ésta alegoría no es peculiar de la mitología Odínica, pues de ella se encuentran muchos rastros en las fábulas del paganismo». Hasta aquí el resumen hecho por Clavel, mas como comentario al margen es necesario observar respecto a lo antes descrito, como cuando en el pasaje el jumento llama con sus rebuznos al caballo, se hace alusión a la llegada de la primavera; y en las 8 patas del pollo, al número de sucesión de las generaciones. Es necesario aclarar, que las DRUIDESAS eran sacerdotisas druidas, especie de magas que pertenecían a la orden de ellos, pero sin gozar de sus mismas prerrogativas y se dividían en tres clases: Las sibilas o magas, que daban los oráculos y anunciaban el porvenir.
Debían permanecer vírgenes y poner el más escrupuloso cuidado en el ejercicio de sus funciones sacerdot ales, pues la menor falta en que incurrían, era severamente castigada. Muchas vivían en las selvas y en lugares más apartados donde ejercían su ministerio, teniendo un misterioso predominio sobre los pueblos que cuidaban de su subsistencia, dejándoles el alimento en el lugar que ellas con toda anticipación designaban. Las del segundo grupo, podían casarse, pero apenas tenían algún tiempo desocupado ya que la mayor parte del día y a veces de la noche, lo ocupaban en los recintos sagrados en el servicio al culto. Las últimas, eran las que desempeñaban las funciones mecánicas en los Colegios Sagrados. Tras la destrucción de las Galias y de los Colegios Druídicos por Julio Cesar, expiraron las antiguas iniciaciones. Sobrevino un largo sueño secular. La masonería filosófica que no existía ni de hecho ni de nombre, fue concebida y consignada en tres rituales en 1646 por Elías Ashmole, que fue quien encontró las bases de estas antiguas iniciaciones y en ellas se basó para elaborar la