Diccionario de las Mancias - R - S - T
La adivinación ha existido, y existe aún, pero tampoco hay que olvidar que muchas de estas mancias, llamadas por los "sabios" "género de predicciones, supercherías incongruentes y subsistentes contra toda base racional" (adivinación- Diccionario de Parapsicología, Morel y Moral), fueron la cuna de algunas ciencias: la Astrología de la Astronomía (con la que permaneció ligada hasta comienzo de la Edad Moderna), la Numerología de la Aritmética (previo paso por la Aritmomancia), y otras
Los métodos han ido perfeccionándose y separándose de lo meramente adivinatorio. Toda técnica requiere un modelo a seguir. Lo que antes era patrimonio del intérprete, se transforma en un patrón de coincidencias que se agrupa estadísticamente y forma los prototipos que servirán para las interpretaciones básicas.
Así, deja de ser un arma de adivinación (incomprensible para el profano) para convertirse en un camino de orientación, donde comienza el análisis de símbolos, formas y hasta eventos históricos o culturales de la época y entonces quien lee las cartas, haciendo su propia interpretación, se llamará cartomante y el que analiza los símbolos y figuras, tarotista; los que realicen predicciones supuestamente "precisas" a través de los astros harán Astromancia y los que analicen los parámetros y marquen posibilidades, Astrología.
RABDOMANCIA
Adivinación por medio de lo palos.
RASODOMANCIA
Adivinación que se practicaba leyendo al azar algún poema y se tomaba el pasaje que se encontraba, como una predicción de lo que se debía saber.
RUNAS:
Las runas fueron inventadas en Dinamarca o en Suecia, hacia el año 200 d.C. Las runas germánicas más antiguas eran muy rudimentarias y a menudo consistían en apenas unas líneas rectas combinadas de diferentes formas. Se usaban para diversos propósitos que nada tenían que ver con la magia, como escribir cartas, dar instrucciones e identificar a los dueños de una propiedad.
Ya desde sus comienzos, sin embargo, se daba a las runas un significado mágico. Los vikingos y otros pueblos germánicos las usaban como instrumentos de adivinación, y talladas en las espadas los hacían invencibles en la batalla; las inscribían en amuletos de piedra para protegerse de las enfermedades y de la hechicería y las cincelaban en las lápidas para disuadir a los ladrones de tumbas.
La antigua práctica de utilizar runas para predecir el futuro experimentó un notable resurgimiento en el siglo pasado. Cuando los vikingos y los anglosajones usaban runas para la adivinación, empezaron a tallar símbolos rúnicos en finas tiras de madera procedente de ramas de árboles frutales. Estas tiras eran lanzadas al azar sobre un trapo blanco y limpio; luego el maestro de runas escogía tres (mientras miraba hacia el cielo para recibir la inspiración divina) e interpretaba su significado
SICOMANCIA
Adivinación por medio de las hojas de una higuera, en ella se escribían las preguntas, y cuanto mas tardaba la hoja en caer más favorable era la contestación
SIDEROMANCIA
Adivinación que se practicaba con un hierro hecho ascuas sobre el cual se colocaba con cierto arte un número de pajuelas, estas se quemaban lanzando reflejos como las estrellas, de estos reflejos se adivinaba el futuro.
TASEOMANCIA
o lectura de las hojas de té (del árabe tass “copa” y el griego manteia “adivinación”). La costumbre de predecir la fortuna examinando las hojas de té comenzó en China, probablemente durante el siglo VI. A mediados del siglo XVII, el consumo del té se había generalizado y los adivinos leían las hojas de té en gran parte de Europa.
Los conceptos en que se basa la lectura de las hojas de té no eran algo completamente nuevo para los europeos. Ya los antiguos romanos adivinaban el futuro interpretando el poso de una copa de vino, y los adivinos medievales habían estudiado las formas de la cera fundida, del plomo líquido y de otras sustancias. Peroel nuevo arte exigía saber cómo preparar una taza de té para su lectura, así como el dominio de los significados de docenas o centenares de imágenes que podían aparecer en el fondo.
Durante los siglos XVIII y XIX, folletos muy sencillos instruían a los curiosos en todos los aspectos de la taseomancia. La práctica se hizo muy común, no sólo en la trastienda de los adivinos, sino también en los salones elegantes.
El té (preferiblemente de la variedad negra china o india) se prepara con hojas sueltas y se traspasa a una taza de color pálido sin la ayuda de colador. La persona a quien va a leérsele el futuro se lo bebe, y deja un poco de líquido y las hojas en el fondo. Luego remueve tres veces el poso, vuelca la taza sobre un platillo y golpea el fondo tres veces hasta que la mayoría de las hojas caen. El lector toma la taza y examina qué formas han dibujado las hojas que permanecen adheridas en el fondo y en las paredes de la taza.
Las hojas son un medio para estimular los poderes intuitivos del que realiza la lectura, que será capaz de predecir el futuro y percibir verdades que de otro modo permanecen ocultas
TEOMANCIA
Parte de la CÁBALA de los judíos que estudia los misterios de la DIVINA MAJESTAD y busca los nombres sagrados, el que posee esta ciencia sabe el porvenir, manda en la naturaleza, tiene pleno poder sobre los Ángeles y los diablos y puede hacer milagros.
TIROMANCIA
Adivinación por medio del queso, se toma un poco de queso agusanado, y se coloca sobre un papel donde se han escrito los nombres de las personas que se sospeche hayan hecho algo malo, los gusanos se pondrán encima del nombre