Leo. Del 23 deJulio al 22 de Agosto
Planeta regente: Sol.
Casa que rige: Quinta.
Planeta en Detrimento: Urano.
Planeta exhaltado: Neptuno.
Planeta en Caída: Urano.
Anatomía: corazón, espina dorsal.
Principio: autoexpresión.
Proceso: exteriorización.
Propósito: realización creativa del propósito individual.
Significado concreto: autoexpresión y creatividad. Confianza en sí mismo, extravagante, placer y autoridad. Las emociones.
Significado abstracto: exteriorización dramática de la personalidad como medios de ganancia de reconocimiento social e incrementando la seguridad propia como una entidad social. Inseguridad social.
Significado Cíclico: el poder de expresar el yo, que ha dado fundamentos concretos a través del rango de cáncer. La persona, una actividad para abarcar el reino social, el primer paso para convertirse en "personaje social".
15º Leo: la liberación creatividad del poder y el propósito del individuo.
Énfasis: una necesidad de expresarse a sí mismo sin asumir una posición autocrática.
Frase clave: quiero.
Palabra clave: magnetismo.
Caracteres positivos: dramático, idealista, orgulloso, ambicioso, creativo, digno, romántico, generoso, seguro de sí mismo, optimista.
Caracteres negativos: vano, preocupado por la posición social, infantil, arrogante, miedo al ridículo, cruel, jactancioso, pretencioso, autocrítico.
Las gemas y piedras: piedras amarillas, doradas, solares; como ámbar amarillo, topacio amarillo, citrino, ojo de tigre, diamante canario o champagne, diamante, pirita, cuarzo rutilado, ojo de gato.
Los nacidos bajo el signo de Leo están regidos por el Sol, símbolo de la vitalidad, que los hace conscientes de su propia fuerza y de su propia conciencia. El yo se manifiesta en su plena madurez de forma muy distinta a la de Aries, primer signo de Fuego, dominado por la impulsividad y agresividad marcianas. A menudo de constitución atlética y, aún más a menudo, animado de un temperamento bilioso. Fuerte, sano, que va al encuentro de la vida, confiado, feliz, natural, con una abundancia vital que le presta aplomo, anchas espaldas, seguridad, audacia, sed de conquista, de dominio y ambición. Es un Apasionado del impulso del Yo, expansión vital hasta la hipertrofia tiránica de la voluntad, sentimiento de grandeza, porte, orgullo, sobreestimación de sí mismo, necesidad de prestigio, carácter magnánimo, altivo, recto; gran ambición realizadora, movilización de las fuerzas íntimas, en la más alta tensión interior, al servicio de una pasion dominante, de un ideal que se convierte en el alma de su vida, el centro de su existencia; sentido de mando, de poder, de responsabilidad. La valentía, la audacia, el deseo de sobresalir son características de Leo, que demuestra su propia fuerza con absoluta naturalidad y espontáneamente. La seguridad que tiene de si mismo le hace aspirar al mando, la autoafirmación, el éxito. Aferrado al presente, tiene un fino sentido de la realidad, que le capacita para valorar exactamente cada aspecto de ésta.
El mayor riesgo que corren los individuos nacidos bajo el signo de Leo es la sobrevaloración de sus propias cualidades; la inflación de su propio ego puede dar como resultado un individualismo exacerbado con todos los excesos que esto conlleva. El control de su propia fuerza y vitalidad es esencial en el Leo para el desarrollo armónico de su personalidad. De hecho, en los tipos evolucionados se encuentran individuos con grandes ideas e ideales, con un fuerte sentido del humor y capaces de canalizar ellos mismos su energía hacia la realización de grandes empresas. Cuando sus cualidades potenciales se realizan y el individuo es capaz de controlar su voluntad con un fuerte sentido de la responsabilidad consciente, encontramos sujetos capaces de acciones inesperadas por su alto contenido ideológico, pudiendo trascender a experiencias creativas en el campo artístico con óptimos resultados. La fragilidad de Leo se manifiesta en la necesidad de ser admirado;Leo aborrece la hipocresía y el retorcimiento. Es su debilidad, pero también su fuerza. Afectivamente es pasional, ama sinceramente, con lealtad y generosidad; pero, como a la vez anida en él el peligro de ser demasiado orgulloso y exigente, puede convertirse en tirano y egocéntrico hasta la insensibilidad, provocando grandes sufrimientos.